domingo, 12 de julio de 2015

Domingo de leer, de pensar, de escribir.
Lluvia y frío.
La casa enorme y vacía apenas se entibia con los fuegos de siempre.
Domingo de sentir.

Desde la tarde gris hasta la noche oscura me han atravesado las palabras.
Celebro las palabras.

Eternas, fieles y descarnadas compañeras. 

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